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  • Foto del escritorMarina Lillo García

Documenta: Demain (Mañana)

Actualizado: 27 feb 2020


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En "Demain", un grupo de amigos con una creciente preocupación sobre los efectos del cambio climático, se embarcan en un viaje para descubrir, aprender y mostrar las iniciativas socio-económicas y medioambientales que se están proponiendo por todo el mundo.

En estos proyectos, se proponen formas de vida alternativas en el marco de la permacultura para tener impactos mínimos en el medio ambiente y crear comunidades más resilientes a los cambios que se van a producir.


El documental es una montaña rusa, realizas el viaje junto a sus protagonistas, pasando de la más profunda desesperanza, a una gran ilusión en el mañana y vuelta a la desesperanza en cuestión de minutos.


Todas las iniciativas que muestran son preciosas y están llenas de gente preciosa con grandes ideas. Verlas todas juntas en un solo documental me ha hecho sentir muy bien.

Me encanta porque, al contrario que otros muchos documentales que exponen la crisis climática, este de verdad enseña formas concretas de pasar a la acción y no desde los "pequeños gestos individuales" sino desde grandes proyectos bien gestionados que cuentan con el trabajo y la ilusión de muchísimas personas bien informadas sobre el conflicto.


Los conceptos que más me interesan y que más se repiten durante el documental son la AUTOGESTIÓN y la RESILIENCIA. Siempre desde un punto de vista LOCAL. Hablan de la soberanía alimentaria de los territorios. Esto se consigue con el abastecimiento de las poblaciones con productos de proximidad, incluso autosugestionados, con sistemas de agroecología (agricultura regenerativa, asociación de cultivos...). Estos sistemas, en los que priman los métodos naturales y la biodiversidad (dejamos casi de hablar de huertos y pasamos a hablar de bosques comestibles), no son solo, muchísimo más productivos que la agricultura industrial , sino que además regeneran la tierra, fijando su estructura, sus nutrientes evitando que sea tan vulnerable a los efectos del cambio climático (crecientes sequías, inundaciones o heladas).


También hablan de la autogestión económica, en la que pueblos y ciudades crean su propia moneda dentro de un circuito cerrado, regenerando así su economía. (Se hacen muchas comparaciones entre el funcionamiento de la economía y el funcionamiento de la naturaleza, donde cuanta más diversidad haya y más repartidos estén los recursos, mejor funcionan los ecosistemas). Este tipo de iniciativas, pueden ayudar a las comunidades continuar su actividad al margen de las crisis económicas que afectan a la economía mundial.


Entre líneas, plantean un modelo utópico en el que todas las comunidades se autogestionan, ejerciendo la verdadera democracia: la participativa, desde asambleas ciudadanas en sistemas horizontales. Ya que la "democracia" que tenemos en la actualidad depende más de los intereses económicos de las grandes empresas que de las necesidades reales del pueblo.


Se muestran también iniciativas muy interesantes para la gestión de residuos en las ciudades. Especialmente, se profundiza en la gestión de residuos orgánicos para convertirlos en compost y venderlos a los agricultores, devolviéndolos así a la tierra.

También, se habla de la economía circular aplicada a empresas manufactureras. Formas de conseguir tener un impacto casi nulo, gestionando sus propios deshechos y reutilizando o reciclando todos los elementos y obteniendo materiales de producciones éticas. Reduciendo el impacto total del ciclo de vida de los productos que fabrican.

Se hace hincapié en la importancia de la transición energética a las energías renovables, menos mal, recordando que lo más importante es reducir nuestra demanda energética antes que pretender que todo siga exactamente como hasta ahora solo que un poco "más verde".


Por último, se habla de la educación en los paises nórdicos. Basada sobretodo en la confianza y las relaciones personales entre alumnos y entre profesores y alumnos. Formando vínculos de respeto y cooperación, dejándoles tiempo para jugar, permitiendo que vivan sus procesos individuales...

En resumen, el tipo de educación que se necesita para formar adultos cooperativos, con iniciativa, con ganas genuinas de aprender y crear proyectos.


La verdad es que el documental en sí me ha parecido precioso. He disfrutado mucho de ver todas las iniciativas y la ilusión de las personas que las llevan. Difundir este tipo de proyectos, promueve sin duda la creación de nuevos proyectos. Abre las puertas a las personas a saber que tienen más poder de decisión sobre su propia vida de lo que creen. A que poco a poco los ciudadanos vayamos encontrando nuestra voz.

Sin embargo, no compro el toque final de salvación de "Demain":

"Si todos juntamos nuestras fuerzas y nuestros corazones, podremos empezar a cambiar el mundo."

Evidentemente comprendo que este tipo de finales aportan mucha unidad a este tipo de documentales, y dejan un buen sabor de boca final a los espectadores. Aportan esperanza, ganas de cambiar y de moverse. Pero es una visión muy poco realista de la situación de la crisis climática. Al dejar un sentimiento de tranquilidad, de que está todo bien; genera menos alarma de la que debería y sigue siendo un final más de los que hemos escuchado millones de veces. ¿no? "Aun hay esperanza, queda algo de tiempo, procrastinemos el cambio..."

Y esto, me pone muy triste.






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